Todas las actuaciones del festival han sido al aire libre.

La penúltima jornada del Festival Castillo de Aínsa tuvo al público infantil como destinatario principal de las funciones del foso. Arrancaba una Blancanieves transgresora procedente de Boltaña y unos coloridos títeres llegados de Alicante.

A las 19 horas se subían al escenario Bea Silvestre y Víctor Biau, dos artistas locales que, reversionando el cuento de Blancanieves, aglutinaron a más de cien personas en el patio de butacas. “Cuántos cuentos cuenta un cuento” buscaba despertar conciencias sobre roles de género pero abordado en tono de humor, haciendo gala de un lenguaje muy cercano y accesible a los más pequeños.

Bea Silvestre y Víctor Biau en el Festival Castillo de Aínsa.

“Se ha ido con la tienda de campaña a cruzar el Himalaya” o “Que se vaya usted a asar castañas” eran las contestaciones que el espejito mágico (Víctor Biau) ofrecía a todo hombre (Bea Silvestre y sus múltiples apariencias) dispuesto a conquistar a Blancanieves. Y es que a la nueva joven del cuento no le gusta hacer de ama de casa, ni sonreír todo el rato o complacer continuamente a los demás. “Cuántos cuentos cuenta un cuento” es un proyecto diseñado para ser representado en colegios e institutos, y en esta ocasión llegaba al foso como parte del compromiso que la organización del Festival tiene en la promoción de la igualdad de género.

Más tarde, llegaba el turno de Fábrica de Paraules y su espectáculo de narración oral “Soñando el mundo”. El dúo alicantino cautivó a base de títeres y música de percusión sutil, fiel compañera de las variopintas aventuras de los personajes. Los mayores rescataron del pasado la historia de “Garbancito”, mientras que niños y niñas conocieron la historia de Mamá Lumba, la madre tierra de cuyas entrañas nacieron todos los animales, incluidas las personas, dotadas con el don de la palabra para que los relatos pasen de generación en generación.

El dúo alicantino Fábrica de Paraules.

Títeres, muñecos y adornos de toda clase fabricados a mano por ellos mismos fueron llenando el escenario ante la atenta mirada de los presentes. Tan solo el autómata, mostrado al final del número, había sido fabricado por un artesano argentino llamado Hernán Lira. Las historias de la abuela Prudencia hicieron reír y cantar, pero ante todo seguir “Soñando el mundo”, el objetivo principal de sus creadores, que no se resignan a que la ilusión vivida en la infancia desaparezca con la madurez.

Recta final del Festival Castillo de Aínsa
Este domingo, 26 de julio por la tarde comienza la clausura del Festival. El acontecimiento central será el acto-homenaje “Mujeres que cuentan” a las 18:30 en la explanada del Castillo, y a continuación el concierto de media hora a cargo de “La Mouche Swing” (banda sobrarbense de jazz antiguo, swing y canción francesa) que dedicará un tema compuesto especialmente para estas vecinas. Civi Civiac tomará el relevo recibiendo al público en el foso a las 20:00h con su “Cóctel de Ilusiones”.

Imagen de La Mouche Swing.

El oscense Ismael Civiac, encarnando a un “barman mágico”, viene a sorprender a base de apariciones, desapariciones, adivinaciones o levitaciones, entre otras habilidades, en un espectáculo que ha logrado agotar las invitaciones disponibles con casi 24 horas de antelación.

Por último, a las 21 horas, en el Castillo los Titiriteros de Binéfar pondrán la guinda al despliegue de acontecimientos artísticos vividos en Aínsa. Sus canciones más populares compondrán la banda sonora de la despedida que, sin duda, debía correr a cargo de la excelente dirección artística con la que ha contado el Festival.

En el acto de clausura se entregará el Dragón del Castillo a una persona o colectivo, que permanece en secreto hasta el momento, en reconocimiento al apoyo y la colaboración prestadas al evento.

Aún se pueden reservar invitaciones para “Mujeres que cuentan” y para Los Titiriteros de Binéfar a través de la web festivalcastillodeainsa.com.