Un total de 23.065 alumnos tendrán este curso 2023-2024 una beca de comedor o material curricular, de acuerdo a la propuesta de resolución definitiva publicada este martes por el Departamento de Educación, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón. El Ejecutivo autonómico destina a estas prestaciones más de 14 millones de euros.
En esta convocatoria, y en el caso de las ayudas de comedor, han resultado beneficiarios 10.823 estudiantes, una cifra ligeramente superior a la del curso anterior, cuando se concedieron 10.692. La cuantía individualizada de las becas que facilitan la utilización del servicio por parte del alumnado se mantiene este curso en 860 euros, lo que se traduce en una ayuda mensual individual de 86 euros.
Los beneficiarios disfrutarán así de la gratuidad del servicio durante todo el periodo lectivo y también en periodo estival. La concesión para el periodo no lectivo se realiza preferentemente de manera articulada con programas de apertura de centros, sin perjuicio de que la ayuda pueda materializarse mediante el pago de una cuantía económica. En total, se habían destinado a esta convocatoria 11,8 millones de euros por parte de la administración autonómica.
Por etapa educativa, es primaria –con 7.968 becas- la que acumula mayor número de beneficiarios, seguido de infantil- con 2.745 ayudas-. Para la escolarización anticipada a dos años se han concedido 70 becas y para educación especial otras 40.
En el caso de las ayudas para material curricular de alumnado escolarizado en etapas obligatorias de centros sostenidos con fondos públicos, la partida es de 2,3 millones. Finalmente, serán 12.242 los alumnos beneficiarios.
La cantidad que recibirán oscila entre los 160 euros, para los estudiantes de primaria y educación especial, y los 230 para los de ESO y Formación Profesional. Este próximo curso, percibirán la ayuda 8.294 alumnos de primaria; 3.616 de secundaria; 241 de FP y 91 de educación especial.
Como mejora, este año se ha tenido en cuenta por primera vez la renta del año inmediatamente anterior (y no la de dos años anteriores como venía ocurriendo hasta ahora) lo que permite que la convocatoria se ajuste mejor a las necesidades reales de los hogares, dando respuesta así a las demandas de las familias.