El valle de Bielsa ha celebrado este sábado, su tradicional Feria Ganadera, pero este año sin los animales como consecuencia de un brote de enfermedad. A pesar de ello, han acudido tanto vecinos y vecinas del valle, público francés y otros visitantes.
El festejo comenzaba desde la tarde del viernes en el salón del Ayuntamiento con un espectáculo de magia de la mano del mago y cómico Mario Corbetti, que no dejó indiferente a nadie y logró meterse al público en el bolsillo durante la pre-feria. Eso sí, enseguida lo trajo de vuelta para el gran día, el sábado.
Algunos puestos de artesanos de la zona se acercaron para ofrecer sus productos como cubiertos de madera, mieles de elaboración propia, pieles y obras manuales, entre otros.
Mientras los asistentes paseaban por los puestos, los más pequeños jugaban en los hinchables y el ambiente se empezaba animar.
Como todos los años, la Peña el Alpiste cobraba un papel importante en las primeras horas de la mañana tanto con su colaboración con los preparativos como con sus aperitivos. El presidente de la peña, Fausto Adiego, compartía, “a las ocho y media de la mañana hemos empezado a prepararlo todo para la comida, y a partir de las diez y media, el almuerzo”. “Hemos traído un poco de todo, chorizo, longaniza, jamón, queso, revuelto de adobo con huevo’’. Los miembros de la peña también colaboraron con el reparto de los platos a los comensales.
De la misma manera, no podían faltar las Zigalanteras con sus exquisitas elaboraciones de diversas tortillas de patata y otros dulces típicos de la zona como buñuelos, pasteras, crespillos y bizcochos muy variados para los más golosos.
Una de las presidentas de la Asociación de Mujeres, Ana María Irigoyen, comentaba “ya somos alrededor de 100 mujeres las que conformamos esta asociación. Nosotras nos dedicamos a elaborar las judías para la comida de la feria y a recaudar fondos para las Zigalanteras con nuestra barra de pinchos que, por cierto, crea mucho ambiente en esta feria’’.
En esta ocasión la Feria Ganadera no ha podido contar con parte de sus protagonistas los animales como consecuencia de un brote de enfermedad. Sin embargo, se ha celebrado igualmente porque, tal y como señalaba el alcalde de Bielsa, Miguel Noguero “es un día para que la gente del pueblo se junte, coman juntos, hay mercadillo, actuaciones para los niños y niñas”. “Es un día de diversión para compartir entre los vecinos que, además concluye como todos los festejos con orquesta y música”, explica el alcalde Noguero.
Pero su gran protagonista, la ternera asada del valle, no se perdió la gran cita. El asador profesional vizcaíno, Karlos Ibarrondo, se desplazó hasta Bielsa otro año más para cumplir con su encomendado: ejecutar su asado burduntzi. Ibarrondo explicaba que esta técnica consiste en un asado a baja temperatura, “llegué el viernes a las doce de la noche para empezar a montar el burduntzi y a las tres de la mañana estaba al fuego para que a las tres de al mediodía se cumplieran las doce horas de reloj. Cada media hora le voy dando la vuelta y añadiendo el carbón necesario’’.
Eso sí, recalcaba que “para que un burduntzi sea bueno el 80% del secreto está en la ternera, en que sea buena”.
En el Pirineo esto es posible porque estas terneras nacen en primavera, pastan en la montaña y luego se ceban con el cereal de las llanuras. La calidad de la carne es espectacular’’. Después de la comida en convivencia (judías y ternera, con un helado de postre) la jornada se completaba con una buena chocolatada por la tarde seguida de música y baile hasta la caída de la noche.
El tiempo acompañó en todo momento con un día soleado y espléndido. Los cazadores, ganaderos, voluntarios y la brigada del ayuntamiento también hicieron posible el desarrollo de las distintas actividades, volcándose en todo momento con el resto de los organizadores mencionados, la Peña el Alpiste, Zigalanteras y el Ayuntamiento de Bielsa.
La Feria Ganadera de Bielsa se retomó hace unos 12-14 años. Se trata de una feria histórica que tenía lugar cuando bajaba el ganado de la montaña y con el tiempo se ha ido vistiendo como un día festivo del valle que ya no puede faltar en el calendario