Imagen de la caldera. Foto: SobrarbeDigital.

El portavoz de Cambiar Aínsa, Urko del Campo ha hecho llegar la siguiente nota de prensa:

Desde que comenzó la actual legislatura, el grupo municipal de Cambiar Aínsa estableció entre las prioridades de acción la resolución de los problemas derivados de la instalación de una caldera de pellet durante la pasada legislatura. Tras la elaboración del informe pericial al respecto, donde se establecen cuestiones clave sobre el funcionamiento y la gestión que se ha hecho en este tema, Cambiar Aínsa aboga por recurrir a la vía judicial porque “hay argumentos de peso para ganar un proceso contra la empresa que instaló la caldera en el CEIP Asunción Pañart de Aínsa, aunque eso pueda suponer involucrar como testigos o como responsables a técnicos y concejales que, con su voto a favor o con su abstención, permitieron que se montara todo este desaguisado.

Esto es en lo que ha derivado lo que en su día declaró el concejal de urbanismo, Manolo Vispe, sobre que la caldera no le costaría nada al ayuntamiento”, explica el portavoz de Cambiar Aínsa, Urko del Campo. El trabajo sobre este asunto ya fue duramente criticado por la concejal anterior de IU, Marisa Ventero, que aportó a Cambiar Aínsa numeros información que ha podido ser incorporada al proceso.

Tras dos años más recabando datos y trabajando intensamente al respecto, tiempo en el que las relaciones con la empresa gestora, LEVENGER S.L., se han ido haciendo más tensas hasta el punto de que ésta ha solicitado la rescisión del contrato.

Si el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe asumiera la petición de LEVENGER S.L., el coste ascendería hasta casi los 60.000€ ya que la empresa solicita la implementación de una cláusula del contrato que establece que si el decremento del consumo cae un 15%, los precios subirán de igual manera, además de la amortización de la inversión realizada en la instalación del sistema en el CEIP Asunción Pañart de Aínsa.

“Desde su instalación en el verano del año 2012, la caldera de biomasa instalada en el Colegio de Aínsa no ha dejado de traer problemas a la comunidad educativa. A mediados de diciembre de 2014, el AMPA envió una carta dirigida al entonces alcalde José Miguel Chéliz para informarle de que desde el cambió de la caldera y el tipo de combustible el exceso de calor era tal que había que dar las clases con las ventanas abiertas.

Según el AMPA al principio se les dijo que estaban de pruebas, luego que era difícil su regulación y para entonces era ya el tercer invierno que escuchaban argumentos semejantes”, explica del Campo. En el pleno de Agosto de 2012, las actas recogen las palabras de Chéliz, quien prometió un ahorro en el consumo del 15% con la nueva instalación y el pleno aprobó la adjudicación del servicio a la empresa INEC EFICIENCIA S.L, con los votos a favor del Equipo de Gobierno (PSOE-PAR) y el PP, la abstención de CHA y el voto en contra de IU, cuya concejal demostró que dichos ahorros no se estaban produciendo a nivel de consumo.

Entre los argumentos en los que se apoya el grupo municipal de la oposición para establecer esta alternativa como la mejor opción están la gran cantidad de incumplimientos que la empresa ha cometido respecto al Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE), según establece el informe pericial; los daños y perjuicios ocasionados al Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe por las inversiones que ha tenido que realizar en el acondicionamiento de la instalación por la mala gestión llevada a cabo por LEVENGER S.L.; o los términos presentados en el contrato de adhesión presentado por INEC EFICIENCIA en el cual puede considerarse que existen cláusulas abusivas, como por ejemplo los términos del contrato que establecen un consumo mínimo de energía para amortizar la inversión de la caldera y a la vez conseguir un beneficio por parte de Levenger S.L. son un sinsentido en un contrato amparado en un Real Decreto que busca optimizar los recursos energéticos y reducir la energía consumida.

“En alguna de las reuniones que hemos tenido al respecto, el equipo de Gobierno socialista ha mostrado la opinión de que es mejor un mal acuerdo que un buen pleito, una posición que nos parece tremendamente cobarde y contra los intereses de todos nuestros vecinos sobre todo a la vista de las pruebas con las que contamos”, concluye Del Campo.