El cura Antonio Gil García se despedía de los vecinos del valle de La Fueva en una emotiva misa realizada en la iglesia de Tierrantona, de la que ha sido párroco y vecino desde el año 1981.
Los feligreses le recuerdan como “el cura de La Fueva”, tras ejercer su ministerio sacerdotal en el Sobrarbe, en concreto, en el término municipal de Tierrantona, además de Los Molinos, Oncins, El Plano, San Victorián y La Muera.
En su carta de despedida, daba gracias a Dios y a quienes han sido su familia durante toda una vida dedicada al servicio de la comunidad.
Antonio Gil García, natural de la ciudad navarra de Corella, tiene 80 años, de los cuales ha pasado cuarenta al servicio del Obispado de Barbastro-Monzón como párroco.