La Cartuja de Las Fuentes alberga tesoros inimaginables. Conforme se avanza en la restauración del recinto, de casi 60.000 metros cuadrados, aparecen nuevos descubrimientos que ayudan a comprender la historia de este monasterio. El último hallazgo tuvo lugar a finales de 2020 en el edificio de obediencias. En la bodega, en su día destinada al almacenaje de los productos procedentes del campo, y oculto bajo toneladas de escombro, se escondía un polvorín.
Una vez limpia la estancia, de unos 100 metros cuadrados, y tras reconstruir la escalera de acceso, que estaba parcialmente destruida, se pudo acceder a ella para descubrir que el recinto había sido utilizado como polvorín por el ejército republicano durante la Guerra Civil. Pero ante el avance de las tropas franquistas, el ejército popular había inutilizado esta infraestructura colmatando el habitáculo de escombros y destruyendo la entrada a la misma.
Este polvorín consta de una zanja principal que arranca a los pies de la escalera, recorre la nave este de la bodega y finaliza en un primer nicho de munición ubicado bajo el muro norte del edificio. De su parte central arranca otra en dirección oeste de 18 metros de longitud que, atravesando el muro del edificio hacia el exterior del recinto, finalizaría en el depósito principal de municiones que también fue destruido por los republicanos. Una tercera zanja, de traza semicircular, comunicaría el primer depósito de municiones con la zanja que llevaría al depósito principal.
Los hoyos, que tienen una profundidad media de 150 centímetros y una anchura de 80 centímetros, estaban protegidas por un sistema de entibado de madera que, a su vez, estaba protegido por una capa de tierra.
El edificio de obediencias, o procura, se ubica al noroeste del recinto de La Cartuja de las Fuentes. Con más de 1.000 metros cuadrados de superficie, esta construcción consta de una planta baja, donde se ubicaban las dependencias de los sirvientes y las cuadras; una primera planta destinada a almacenaje de productos agrícolas y de una bodega, de unos 100 metros cuadrados, que se ubica en el ángulo noreste del edificio y que consta de dos naves abovedadas comunicadas entre sí por tres arcos arcos de medio punto.