“El rito anual de celebrar el cambio de año en la montaña”, crónica montañera de Juan Rodríguez Bielsa.
Tras el desvío de Jánovas, según nos acercamos a la cumbre, iremos contemplando los pequeños pueblos de La Solana y de Ballivió -en lucha constante contra la despoblación-, las cumbres del Alto Gállego y, finalmente, el retablo de Treserols y de todos los grandes macizos que cierran Sobrarbe por el Norte.

Tras 800 metros de desnivel para unos, y de 1000 para otros, llega el momento de la celebración. De compartir lo que hemos traído, de poner en marcha los hornillos para preparar el almuerzo y de brindar al unísono -“¡Feliz 2025!” “¡Viva la montaña!” “¡Que se acaben las guerras!”-; y de desear lo mejor al mundo entero desde este privilegiado lugar, donde incluso en diciembre florece la “rosera” de nuestro compañero José Ramón..

Cumplido el rito con la montaña y con la amistad, bajamos felices, sintiéndonos preparados para recibir con cariño a este 2025, en el que, desde el Club de Montaña Nabaín, esperamos compartir, con todo el que quiera, muchas jornadas de deporte, naturaleza y compañerismo en un Pirineo vivo y bien conservado. ¡Feliz año!.
