Convenio entre el Obispado y el Ayuntamiento de Aínsa.

El Ayuntamiento de Aínsa y el Obispado de Barbastro-Monzón mejoran la atención y experiencia en la colegiata románica de esta villa medieval sobrarbense, uno de los pueblos más bonitos de España visitado anualmente por 600.000 personas.

Desde este mes de junio, se han ampliado los horarios de este monumento románico, cuya visita incluye la torre, el claustro y la iglesia, incluida la cripta. “Es uno de los elementos arquitectónicos más importantes que tenemos en nuestro pueblo”, ha señalado el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, que ha destacado la colaboración institucional para la conservación del patrimonio y su difusión.

 

Los visitantes de la colegiata ya pueden utilizar una audioguía con las principales claves de la historia y el arte de este monumento, y también optar por una visita guiada, a través de la Oficina de Turismo de Aínsa. En este caso, además, la contratación de la guía se ha hecho a través de Somontano Social, en la línea de empleo inclusivo que Obispado y Ayuntamiento comparten. “Nuestra acción lleva aparejada la creación de empleo y a fijar población. Así contribuimos al desarrollo local y esperamos que el proyecto se asiente, tenga muy largo recorrido y siga fructificando”, ha señalado la subdirectora del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, María Puértolas.

El precio de la entrada es de 4 euros, 2 si solo se desea visitar la torre. Los horarios se han establecido teniendo en cuenta las temporadas de mayor afluencia de público y en las franjas del día que mejor se puede adaptar a las necesidades de los visitantes.

De junio a septiembre el horario será de 10.30h a 13.30 h y de 18 a 20 horas. Los lunes y martes permanecerá cerrada por descanso. A partir de esta fecha y hasta el primer fin de semana de noviembre, el horario se reducirá a los fines de semana y puentes. Entradas en www.museodiocesano.es

En la torre, uno de los referentes de la localidad, el Obispado de Barbastro-Monzón ha invertido 11.505,61 euros para su rehabilitación, haciéndola más accesible. Además, y gracias al trabajo de las vecinas del pueblo y la implicación de la comunidad, se han eliminado problemas como la anidación de palomas y se han expuesto al público elementos patrimoniales que antes permanecían ocultos.