Pablo Fantova en El Pueyo de Araguás.

Entrevista a Pablo Fantova Ullod, autor de ‘Los ojos tras la montaña’, que hace unos días presentaba su libro en el Centro Cultural de Aínsa.

Pablo Fantova es un joven escritor que acaba de publicar con muy buena respuesta ‘Los ojos tras la montaña”. Natural de Sariñena, con orígenes en Bajo Peñas, debajo de la Peña Montañesa y el Monasterio de San Victorián, en Los Molinos, municipio de El Pueyo de Araguás, vive en Edimburgo donde trabaja como cirujano veterinario. Su libro lleva varios meses entre los más vendidos de Aragón y ha merecido ya el Premio Talento Emergente de la Torre de Babel, el programa literario por excelencia de Aragón, que emite Aragón Radio.

Pablo Fantova presentó su libro en el Centro Cultural de Aínsa.

P. (Pregunta)
¿Qué razones te motivaron a escribir un libro sobre tus antepasados, de una casa fuerte,  y sobre una aldea perdida, Los Molinos, en la que no viviste y una conexión con la montaña?

R. (Respuesta)
Es algo que siempre quise hacer. Soy de esas personas que cree que es muy importante prestar atención a sus mayores, escucharlos y conocer sus historias. Siempre había escuchado pequeñas historias de cómo era la vida en aquellos montes, esos mismos montes por los que yo he crecido y que me han llamado mucho desde muy pequeño. Cuando la vida me dio la oportunidad de profundizar en mis raíces, no dude en aprovecharla.

P. ¿Cómo fue el proceso de la edición de este libro porque no es sencillo publicar si no existen antecedentes?

R. Fue casi tan complicado como el proceso de escritura. Cuando eres un autor novel, es difícil que alguien quiera apostar por alguien que nadie conoce. Tras intentar tocar muchas puertas sin respuesta, finalmente conocí a la editorial Pregunta, una editorial independiente de Zaragoza a la que le encantó el primer manuscrito y en el que confió desde el primer momento.

P. ¿Qué fuentes y documentos has utilizado para realizar el libro?

R. Ha sido un largo proceso de casi 5 años en el que he realizado entrevistas, he recogido varios testimonios y también he contactado con historiadores y espeleólogos especializados de la zona.

P. El aragonés está muy presente, cómo lo has perfeccionado teniendo en cuenta que  hablas inglés y castellano, el aragonés solo lo conoces por la familia de tu padre, tu abuela Josefina, a la que conoció. Quiero recordar que en tu casa siempre se hablaba como en Os Molinos…

R. Yo siempre he escuchado la fabla en casa, pero nunca la he llegado a dominar tristemente. Es complicado cuando es una lengua que cada vez se está perdiendo más. Tenía claro que la fabla merecía su reconocimiento en esta obra. Mi padre, el cual, la habla y la escribe, fue el que tradujo las conversaciones que yo quería a su propia forma de hablarla ya que, en cada valle, la cosa cambia. Finalmente un consejo de editores de Zaragoza le dio el último arreglo para que quedase de la manera ortográfica más correcta.

P. ¿Qué valor tiene la institución de la casa en el Pirineo que tan perfectamente describes?

R. Al final la Casa acaba siendo casi como uno más de los personajes. Era el punto de reunión donde convivían a veces grandes familias de distintas generaciones. También se les llamaba antiguamente fuegos, y no me extraña, pues el calor de una hoguera siempre ha sido algo que une a la gente, como unían también las buenas comidas cuando se podían bajo sus pesados tejados pirinaicos.

P. Qué valoración haces de esa dura época en Bajo Peñas?

R. Que fue una época de la que todavía cuesta hablar. Yo he encontrado bastante dificultad en la recogida de testimonios. A la gente le cuesta abrirse cuando tocas estos temas que fueron tan violentos y no me extraña. Aunque creo que a su vez tienen que ser contados, pues es el conocimiento y el recuerdo es la única herramienta para luchar contra el olvido y evitar que la historia se vuelva a repetir.

P. ¿Qué daños colaterales sufrieron todos esos habitantes del conflicto?

R. La gente se encontraba en una situación asfixiante entre los dos bandos, había casas que evidentemente simpatizaban más con unos que con otros, pero la sensación que me dio al profundizar en el tema es que siempre intentaban, dentro de la manera más humilde posible, no llamar la atención y sobre todo proteger a los suyos y a los de las demás casas. Creo que ese sentimiento de comunidad se retrata muy bien en la obra. Tristemente, por mucho que lo intentaran, la gente acabó recibiendo ostias por todos lados.

P. ¿Cómo has llegado a tener un conocimiento tan profundo del conflicto de los maquis, la guardia civil y sus habitantes?

R. Leí mucho sobre el conflicto, quizás destacaría aquí a la obra entera de Ferrán Sánchez Agustí y también al historiador Luis Pérez de Bersasaluce, quien compartió conmigo un magnifico conocimiento de la zona.

P. ¿Qué papel tienen los animales y la caza, la trufa, esa economía circular y ese ecologismo, entonces no desaparecía ninguna especie?

R. Se aprovechaba todo. Esta es una frase que he dicho en alguna presentación y creo que responde perfectamente a esta pregunta “Antes éramos ecologistas sin saber lo que era el ecologismo y ahora que lo sabemos, no lo somos”.

P. Qué cosas has descubierto de esa vida cotidiana?

R. Que no había pieza que se quedase sin su función ni función que se quedase sin su pieza.

P. ¿Cómo valoras el papel de la mujer?

R. El papel de la mujer en la montaña fue fundamental y creo que es necesario reconocerlo. Vivían en un sistema muy autoritario en el que se llegaban a plantear cosas que parecen tan lejanas como matrimonios de conveniencia. La protagonista principal de la novela es mi bisabuela María, quien perdió la vista en algún momento tras el conflicto y a pesar de ello, se adaptó a las circunstancias y acabó viviendo hasta casi finales de siglo. La obra es un homenaje a ella y a todas las demás mujeres cuyas historias nunca han sido escuchadas ni reconocidas como es debido.

P. ¿Qué piensas de un recorrido por los paisajes de la Peña Montañesa?

R. He viajado mucho y he subido muchas montañas pero siempre he sentido algo especial con la Peña Montañesa, creo que cualquier trozo de tierra desde el que se pueda ver la silueta de la Peña Montañesa, me hace sentir en casa.

P. ¿Qué te inspiran Casa Puértolas y Los Molinos?

R. Creo que siempre han sido un lugar muy especial para mí. Cada rincón, cada piedra de sus casas esconde historias infinitas sobre nuestros ancestros.

P. ¿Qué tal fue tu paseo por El Pueyo de Araguás?

R. Un pueblo precioso en una localización envidiable y en el que se han hecho las cosas muy bien para mantener esas casas que tienen más historia que Estados Unidos.

P. Las pequeñas y grandes librerías como las de Aínsa o Boltaña están apoyando a los jóvenes escritores como tú. ¿Cómo lo valoras?

R. Es esencial apoyarnos entre los comercios locales y los jóvenes escritores, pues sino al final todo lo acabarán gobernando grandes empresas a las que tengamos que acabar bailando como títeres.

P. ¿Qué les dices a los vecinos de Los Molinos y de los pueblos del entorno que acudieron masivamente a la presentación de tu libro?

R. Darles las gracias y que espero que esta obra que he trabajado con mucho cariño les haga sentir tantas cosas al leerla como me ha hecho a mí al escribirla.

P. ¿Alguna reflexión final?

R. Simplemente sigan leyendo, pues no hay mejor manera de viajar.