José Ramón Monclús. Fuente: Club de Montaña Nabaín.

El pasado miércoles, 19 de julio, fallecía José Ramón Monclús, en su casa de Boltaña. Este sobrarbense, que ha sido una pieza clave del desarrollo del montañismo en esta parte del Alto Aragón, se iba definitivamente hacia las cumbres, a los 67 años, víctima de una fulgurante enfermedad, según explica Juan Rodriguez Bielsa en una nota.

Monclús, de Casa Mateu, ha sido durante más de una década -y hasta el pasado mes de diciembre- coordinador de las actividades del Club de Montaña Nabaín. Y una pieza fundamental de la pujante actividad montañera de Sobrarbe, que tiene su eje fundamental en la programación anual que su club organiza, desde 2006 conjuntamente con el CAS, y de la que ha sido su más estable y constante valedor.

Trabajador incansable y meticuloso recibió el pasado mes de febrero el Premio Nabaín 2022. Este galardón, creado por el club del mismo nombre, a raíz de la declaración del montañismo como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2019, pretende reconocer a aquellas personas o entidades que destacan por su trabajo para mantener e impulsar esta actividad deportiva, su cultura ética y de cooperación y su relación con el medio natural.

Su labor, centrada en el montañismo social, destacaban entonces los organizadores, “ha permitido a muchas personas, a lo largo de muchos años, adentrarse en los deportes de montaña y en el conocimiento del entorno natural del Pirineo”. Entregándole el premio, precisaban, “hemos querido resaltar a través de su persona el trabajo discreto pero de un notable impacto social y comunitario que desarrollan los voluntarios de los clubes en todo tipo de localidades”.

Enamorado de Boltaña y de Sobrarbe ha jugado un papel clave en el entramado asociativo de esa localidad. Hasta sus últimos días siguió colaborando en la gestión y la actividad del Club de Montaña Nabaín. Y también en la del Centro de Estudios de Sobrarbe (CES), centro de estudios locales, asociado al Instituto de Estudios Altoaragoneses, de cuya junta formaba parte asumiendo múltiples tareas. Anteriormente había sido integrante del equipo gestor del Club de Fútbol Boltaña, con idéntica implicación y compromiso.

Formado como maestro en el campus de Huesca -actividad que desarrolló en Embún y otras localidades altoaragonesas en su juventud-, su vida profesional se centraría después en la banca, siempre en oficinas del medio rural.

El hijo mayor de Casa Mateu ha sido un “experto” en lo referente al Sobrarbe, el Pirineo y el Alto Aragón. Su prodigiosa memoria y su sentido del humor alimentaban, en cualquier situación, siempre incontables historias y anécdotas, que revelaban su profundo conocimiento de la intrahistoria de estas montañas y de la vida de sus gentes.

Su memoria permanecerá mucho tiempo circulando por las calles de Boltaña y sobrevolando las muchas cumbres y valles que recorrió; y su legado, en las entidades a las que dedicó su tiempo.

La junta del CES recordaba en un escrito este jueves su “sencillez, alegría, constancia, humildad, generosidad y compromiso” manifestados en su participación en esta entidad. El Club de Montaña Nabaín, por su parte, destacaba el agradecimiento expresado por las numerosas personas que han disfrutado del senderismo y del montañismo gracias a su trabajo y recordaba su capacidad para sostener las más diversas tareas para hacer posible esta actividad.