El Festival Artístico Infantil de Fiscal (FAIF) cerró su segunda edición con un éxito de público y participación. El promotor del certamen, Daniel Escolano, se muestra agradecido por la acogida del evento, que ha atraído a más de 600 personas en los tres días de programación.
El festival, que comenzó el viernes y echó el telón este domingo con un buen chapuzón en la piscina, ha ofrecido cuatro conciertos musicales, un espectáculo de títeres, otro de circo, un taller y un recital de cuentos cantados durante los tres días de programación.
La celebración comenzó el viernes con el concierto del Aula de Música Alto Ara, después, los títeres de la Premio Nacional de Artes Escénicas de la Infancia y la Juventud, María Parrato, entusiasmaron al público que se congregó en la ermita de Jesús de Fiscal.
El sábado 24, la jornada comenzó con un taller creativo para niños y niñas a cargo de la Asociación de Desarrollo y Dinamización Rural, Patalera, con el que pintaron piedras que luego sirvieron para decorar las calles del pueblo.
A la hora del vermú la fiesta se trasladó al jardín del Asador de Fiscal, donde actuó la banda norteamericana liderada por el músico aragonés Julen Rodríguez, que ha venido a España para presentar su próximo disco junto a Connor Sobieri, al saxo alto; Tyler Prosch, a la trompeta; Hycon Namgung, contrabajo y bajo eléctrico; y Archish Arun, piano.
Por la tarde, la compañía catalano-aragonesa Circo Capicúa se subió a las alturas para presentar ‘Nüshu’, protagonizado por cinco mujeres multidisciplinares que ofrecieron un espectáculo sensible, humano y divertido de circo y acrobacias imposibles.
El domingo, la artista afincada en Zaragoza Pato Badián y la aragonesa Cristina Verbena abrieron la jornada, con una obra músico-narrativa que entusiasmó al público en la ermita de Jesús.
Después, la actividad se trasladó al jardín del asador de Fiscal, donde los niños y niñas del Proyecto Jazz for Kids se subieron al escenario para demostrar que el jazz en Aragón tiene un futuro prometedor. A continuación, los chicos de la Ara River Band desplegaron su encanto en un concierto de mucho rock and roll.
El FAIF se despidió con un chapuzón en la piscina, donde se instaló un parque acuático con hinchables y toboganes, que hizo las delicias de los más pequeños y ayudó a sofocar las altas temperaturas, que este domingo rondaron los treinta grados.
El músico y dinamizador cultural Daniel Escolano, se mostró “encantado” con el desarrollo de la cita y agradecido por la implicación de los artistas invitados y los vecinos y vecinas del pueblo, que voluntariamente ayudaron a hacer de este festival un éxito.