Vivienda rehabilitada en Loarre. Foto. Javier Blasco/DPH.

El Plan de Fomento de la Vivienda está dotado con 1,6 millones de euros, cuantía a la que podrán acceder los ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes a través de los préstamos sin intereses o de la convocatoria de subvenciones.

La falta de vivienda en el medio rural es uno de los principales frenos a la llegada de nuevos pobladores. Para ayudar a los pequeños ayuntamientos a revertir esta situación, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) puso en marcha en 2020 un Plan de Fomento de la Vivienda que este 2023 “seguirá siendo una de las principales líneas de actuación de la institución provincial”.

Son palabras de Miriam Ponsa, diputada delegada de Iniciativas Locales, quien pone en valor el hecho de que las viviendas que se han generado hasta el momento gracias a este plan están en su mayoría alquiladas, “lo que implica que, o bien hay jóvenes de estos municipios que no han tenido que salir de ellos en busca de un hogar, o bien nuevas familias han llegado hasta estos núcleos de población”.

De los 1,6 millones que se destinan a este plan, un millón de euros serán para préstamos sin intereses y los otros 600.000 para las subvenciones. “En ambos casos, el objetivo es que los ayuntamientos puedan rehabilitar o adecuar viviendas o construir nuevas y que se destinen a alquileres a bajo coste. El elevado precio de las viviendas disponibles en muchos pueblos hace imposible que tanto jóvenes como nuevos pobladores puedan permitirse comprarlas o alquilarlas” ha señalado Ponsa.

“Incrementar el parque público de vivienda en el medio rural es vital para el futuro de nuestros pueblos” añade la diputada Miriam Ponsa, quien explica que la puerta abierta de una casa en un pueblo es sinónimo de vida, de personas que trabajan en el entorno, que consumen en los establecimientos de su zona, que generan movimiento y riqueza económica.