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El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad realizará dos pagos adelantados de la PAC (Política Agraria Comunitaria), uno el 30 de noviembre y otro el 30 de diciembre próximos, según ha anunciado el consejero, Joaquín Olona, a las organizaciones del sector. “Lo que sería completamente inasumible e irresponsable es hablar de pagos el 16 de octubre por mucho que la Comisión Europea los haya autorizado”, ha señalado al tiempo que criticaba la complejidad de una PAC cuya gestión entraña muchos riesgos.

Olona ha abierto la reunión pidiendo “un diagnóstico objetivo y consensuado” a todas las entidades convocadas a la misma: organizaciones agrarias, de regantes y cooperativas, además de las administraciones autonómica (el propio departamento) y central (Confederación Hidrográfica del Ebro y Delegación del Gobierno). A la reunión ha asistido también Agroseguro.

AUDIO: el consejero Olana.

Independientemente de situaciones puntuales, el consejero se ha comprometido a convocar la mesa anualmente al inicio del año agrícola con “un enfoque estructural” que obligatoriamente deberá contextualizarse en la situación de cambio climático en la que nos encontramos. “Tendremos que centrarnos en el objetivo de adaptación porque los episodios meteorológicos extremos van a ser más habituales y recurrentes”, ha comentado.

Este planteamiento estructural ha sido compartido mayoritariamente por los reunidos, que se han mostrado partidarios de reforzar políticas como la de seguros agrarios, incorporación de jóvenes, modernización de explotaciones o reconversión varietal. “Estoy muy satisfecho del enfoque estructural que el propio sector ha manifestado”, ha dicho a la salida de la reunión.

Con respecto a la sequía, ha habido acuerdo al valorar que la campaña agrícola en las zonas de regadío se terminará con normalidad, aunque la situación en que quedarán los embalses es preocupante. El problema actual se centra en cultivos leñosos de secano.

Primavera lluviosa, verano seco. El secretario general técnico del departamento, José Luis Castellano, ha explicado que este año la primavera ha sido extraordinariamente lluviosa y el verano extremadamente seco y que, en conjunto, la precipitación acumulada del año agrícola ha alcanzado el 90% en Zaragoza y Huesca y del 74% en Teruel con respecto a la media. Entre junio y agosto, sin embargo, las lluvias se han quedado el 45%, 58% y 36% en Huesca, Zaragoza y Teruel, respectivamente.

Por cultivos, el cereal de invierno en secano ha sido muy productivo: más del 40% de incremento respecto a la media, cuando la superficie solo ha aumentado un 2,85%. Por su parte, no ha habido incidencias reseñables en la producción de alfalfa, arroz y girasol de regadío, mientas que el maíz se situará también en torno a la media.

La incertidumbre se centra en estos momentos en los cultivos leñosos de secano, cuyas cosechas se están realizando ahora o empezarán próximamente. En almendro se producirá una gran variabilidad productiva en función del área geográfica. La vid presentará producciones inferiores a las del año pasado, pero se mantendrá sobre la media de la última década. El olivo será el cultivo más afectado, con reducciones en torno al 35%.

En cuanto a los pastos, los agostamientos estivales se han adelantado al menos un mes y los daños han sido muy graves en agosto por la ausencia de lluvias y las altas temperaturas. Las superficies para ovino y caprino están dañadas en torno al 80%, y alrededor del 40% las de vacuno.

El seguro como solución. El director general de Desarrollo Rural, Jesús Nogués, ha indicado por su parte que la promoción de los seguros agrarios es una política fundamental del departamento, de ahí que se considere muy positivo el incremento del último año en cuanto a superficie, pólizas y valor de lo asegurado. No obstante, Nogués ha señalado que hay sectores en los que la implantación del seguro es baja y que precisamente estos son los más afectados por el actual capítulo de sequía, por lo que habrá que seguir incentivando su uso.

En este punto se han mostrado de acuerdo las organizaciones agrarias, que ven en el sistema de seguros una de las herramientas más importantes para paliar problemas como el de la sequía, aunque piden “un seguro más atractivo para los agricultores”. El propio consejero ha reconocido este hecho y se ha mostrado partidario de estudiar la situación para ver por qué “el seguro que se ofrece en estos ámbitos [cultivos afectados por sequía] no es el más adecuado”.