La nabata situada en el Castillo de Aínsa luce con todo su esplendor y está prepara para recibir la nueva temporada turística.
Todas las personas que por allí pasean, tanto grandes como pequeños, ya pueden contemplarla subirse a ella o hacerse un sinfín de selfies, sin lugar a dudas es un potente reclamo turístico del Castillo medieval.
Pero que la nabata luzca así de bonita se debe gracias a unos voluntarios de la Asociación Nabateros del Sobrarbe que hace unos días volvieron a repararla a fondo para que todos la podamos disfrutar.

Historia: Asociación Nabateros del Sobrarbe
En 1983, el Instituto Aragonés de Antropología gracias al interés y persistencia de Severino Pallaruelo y del cineasta Eugenio Monesma tomaron la iniciativa de filmar un documental sobre el oficio perdido de los nabateros. Con esa finalidad y aprovechando la asesoría de viejos profesionales del oficio, se construyeron dos nabatas que recorrieron el trayecto entre Laspuña y Aínsa. Este hecho quedó plasmado en un libro y un vídeo titulado ‘Los últimos nabateros’.
La iniciativa de la construcción de las dos nabatas y el descenso que realizaron sobre ellas los “nabateros de oficio”, despertaron un gran interés entre los jóvenes de la zona por recuperar el oficio nabatero, y de ese interés surgió la idea de crear una asociación para conservar y dar a conocer la historia y el trabajo de los nabateros.
Así se constituyó la Asociación Nabateros del Sobrarbe en el año 1987 y se aprobaron sus estatutos que se modificaron en el 2002 para ampliar los fines sobre los cuales se basaría su actividad.
Fuente: Asociación Nabateros del Sobrarbe.
