La Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala pone al alcance del público la magia de los árboles y arboledas singulares de Aragón a través de seis nuevas rutas, aptas para todos los públicos, que permitirán descubrir estas joyas de la naturaleza aragonesa.
Con este fin, se han diseñado y señalizado una serie de itinerarios a estos árboles y arboledas singulares, creando material divulgativo entorno a seis rutas guiadas abiertas al público que tendrán lugar los próximos 30 y 31 de octubre y 5 y 6 de noviembre.
Las plazas son limitadas y para poder participar es necesario reservar llamando al 974 486 472.
El objetivo de este nuevo proyecto, que cuenta con la colaboración de varias organizaciones públicas y privadas, es crear nuevos atractivos turísticos que permitan diversificar la oferta cultural y natural en este espacio.
El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, y Presidente del Consorcio de esta reserva, Diego Bayona, ha asistido este jueves a la presentación del proyecto. Allí ha destacado la importancia de “diversificar” la oferta turística en estos espacios, principalmente, “para potenciar diferentes tipos de visitantes en estas áreas, así como para desestacionalizar el turismo en zonas que históricamente suelen saturarse en determinadas épocas del año”, ha matizado. Asimismo, Bayona ha asegurado que “el éxito de afluencia de visitas que ha tenido la Carrasca de Lecina, elegida Árbol Europeo del 2021, nos demuestra que los árboles pueden ser un recurso muy atractivo e interesante para las personas que vienen a visitar la Reserva”.
El proyecto ofrece rutas sencillas, accesibles a todo tipo de público y que permiten acercarse, descubrir y admirar estas joyas de la naturaleza. Un total de seis árboles y arboledas son el punto central de la creación de estos itinerarios: el Tejo de L´Asieso en Biescas, el Abeto de los Tres Quiñones en Panticosa, la Mosquera de Oto, el Quejigo de Asín de Broto, el Tejo de la Mirona en el cañón de Añisclo y los Taxos (tejos) de Crapera en Bujaruelo. Todos ellos cuentan con características únicas que los hacen merecedores de ser considerados parte destacada del patrimonio natural y cultural de Aragón y ser contemplados desde el respeto y la admiración.
Estos árboles y arboledas singulares son más que unos enclaves de reconocido valor natural o científico; cuentan también con un lado humano muy importante y vinculado al territorio y sus pobladores, que desde hace cientos de años los han respetado y salvaguardado por su valor etnográfico y etnobotánico, por su mitología, sus leyendas o por su valor cultural. Unos lugares mágicos y singulares que la Reserva Biosfera Ordesa-Viñamala, dentro de sus funciones de apoyo y puesta en valor del patrimonio natural y cultural de este territorio, va a promocionar.
Para Bayona, “proteger el patrimonio natural y cultural, es también una oportunidad para la atracción de visitantes en zonas con menos recursos turísticos. Estos lugares especiales y extraordinarios deben ser conservados para que las generaciones presentes y futuras puedan admirarlos y conocer los vínculos que el ser humano ha creado con ellos a través de la historia”.
La iniciativa cuenta para su desarrollo con el apoyo de Naturgy, que tiene el capital natural y la biodiversidad como pilar estratégico de su gestión -recogido en su Plan de Sostenibilidad a 2025-. Por su parte, el proyecto ha sido dinamizado por la Asociación Territorios Vivos, una entidad sin ánimo de lucro cuyo fin es impulsar la sostenibilidad desde el reconocimiento del valor de los ecosistemas y la implicación social en su conservación.