Imagen de la llegada de dos corredores. Foto: SobrarbeDigital.

Con la disputa de la cuarta etapa la Transpyr ha superado este miércoles su ecuador, dejando atrás Cataluña para adentrarse en el Pirineo aragonés. La meta situada en la emblématica plaza Mayor de Aínsa ha vivido la llegada de los supervivientes de esta prueba, que terminará el sábado en la playa de Hondarribia.

La de hoy ha sido una etapa de casi 100 kilómetros, con una larguísima bajada final de quince kilómetros desde la Peña Montañesa. Este último tramo ha puesto a prueba la destreza y la resistencia de los ciclistas con un descenso muy poco habitual por su combinación de tramos muy técnicos y exigentes con otras que permiten disfrutar al máximo de la velocidad y la diversión con la bicicleta.

La etapa de este jueves, con final en Jaca, discurre por los mejores senderos de las comarcas del Sobrarbe y Jacetania, con 89 km y 2.300 metros de desnivel.

En el apartado de ciclismo de carretera el pelotón afrontaba una etapa comprometida por los descensos con un asfalto en mal estado y caminos rurales de grava. Ha sido la etapa que se aleja más del ciclismo convencional y que representa la esencia de la fórmula Gaes Transpyr Backroads.

El tramo cronometrado de 13 kilómetros se lo ha adjudicado una vez más Ibon Zugasti (Imparables).

Para mañana los ciclistas de carretera tendrán una etapa de 126 kilómetros, pasando junto al Parque Nacional de Ordesa y uno de los tramos más atractivos del Gran Reto de los Pirineos. Por último, ascenso a los puertos de Navasa, donde los ciclistas pondrán de nuevo a prueba sus fuerzas en el Reto del Día.