- El Club de Montaña Nabaín organizó esta ruta en el marco de las actividades de su asamblea anual, en un lluvioso puente de Semana Santa que exigió buscar una ventana de “buen tiempo”, según nos explica en su cónica Juan Rodríguez Bielsa.
El Cervino o Mont Cervin es una de las montañas más afamadas de los Alpes. Sus afiladas aristas y su magnífica estampa hacen de ella una montaña única. Menos exclusivo es el toponimo que le da nombre, que está presente en otras cordilleras. Y también en Aragón. Nuestro Cervín, o Zerbín, de estampa altiva, pero de perfiles mucho más suaves, se sitúa en Ribagorza, entre las localidades Llert, Aguascaldas, Biescas, Beleder (Biescras y Belvedé en su denominación en el aragonés de la zona) y Campo, flanqueado por los valles de Bardají y de La Garona, por el Rialbo y el Ésera.
El Club de Montaña Nabaín organizó un recorrido de norte a sur de esta cumbre, entre Llert y Campo, en el marco de las actividades de su asamblea anual celebrada esta Semana Santa, que también incluyeron la salida de cierre de la temporada de esquí, una sesión formativa de su sección de Medio Natural con David Carpi, y una salida infantil. El temporal de lluvia y nieve obligó a posponer esta última -que se celebrará en mayo- y exigió buscar en esos días “una ventana de buen tiempo” para la excursión del Zerbín. Y en las dificultades puestas por la meteorología estuvo también el premio, pues la nieve dio una nueva cara a los bosques y prados de esta montaña, y el agua convirtió en un espectáculo los barrancos y cascadas del recorrido.
Tras una noche de precipitaciones importantes, arrancó la excursión en una mañana surcada por las nubes, con el granizo acumulado todavía en la pequeña localidad de Llert.
Las sendas de la cara noreste del Zerbín y los densos bosques de ambas vertientes del valle de Bardají (o Bardaixín), trajeron a la imaginación de los caminantes a la osa Sarousse, muerta en 2020 en una cacería, que tuvo en estos montes y caminos su territorio de campeo. Caixigos, pinos y hayas se fueron sucediendo en el ascenso, poblándose cada vez más de nieve, que se iba derritiendo sobre la senda blanca en los momentos en que asomaba el sol.
Tras las últimas rampas la cumbre nevada permitió a los caminantes tomarse un respiro y un almuerzo, y disfrutar de una gran panorámica sobre Campo y su cuenca -que se salvó de morir ‘afogada’ bajo las aguas de un pantano-, las sierras de Morillo, Aguilar y Esdolomada, el monte de Campanué y La Fueva, Peña Montañesa, el Cotiella oculto por las nubes, los montes de Barbaruens y de Chistau, el Baciero, las cumbres de Benasque, el Turbón, la sierra de Sis y el tajo del congosto de Monrebei.
Tras recorrer la “dehesa” superior del Zerbín se inició el descenso, en principio común con el que se dirige a Belvedé, girando después hacia la cuidada localidad de Biescras. Su barranco, y la fuente que le da la vida, hicieron las delicias de los caminantes. Sus “gorgas” de tosca, rebasadas por el nivel del agua se convertían en unas pequeñas (pero también bellas) gradas de Soaso. El agua amenazaba con no dejar pasar a los caminantes sobre las piedras “pasaderas” cubiertas por el agua. Finalmente no cumplieron su amenaza y la excursión se dirigió, con las primeras gotas de lluvia cayendo, hacia Campo por un suave terreno de margas. Allí un merecido y tardío “vermú” premió los 16 kilómetros recorridos, con 700 metros de ascenso y 1.100 de descenso. La ventana de “buen tiempo” buscada permitió disfrutar de una bonita jornada de montaña.
Otras actividades
La asamblea anual del Club de Montaña Nabaín, muy concurrida, revisó lo realizado durante el primer año de gestión de la nueva junta. En este periodo se ha conformado un nuevo equipo de trabajo que, con una filosofía colaborativa y pegada al territorio, además de mantener la actividad tradicional, senderista y de alta montaña, además de las carreras, ha gestado nuevas secciones de barrancos, esquí y medio natural. También ha iniciado actividades juveniles e infantiles, y diversas iniciativas de “cultura de montaña”. Se han formado una veintena de acompañantes y monitores de distintas especialidades y se ha lanzado la web del club y su estructura de comunicación. También se abordaron las cuentas y los planes de futuro que pasan por consolidar las líneas de actividad iniciadas en 2023 e impulsar otras nuevas.
Entre los actos celebrados en torno a la asamblea se puede destacar la sesión formativa sobre aves de Sobrarbe y conservación del entorno que impartió David Carpi. Mas de 80 personas abarrotaron una de las salas del Palacio de Congresos de Boltaña. En ella se anunciaron nuevas iniciativas del grupo de Medio Natural del club.
La meteorología dificultó más las actividades programadas al aire libre. La salida de final de temporada de esquí de pista se realizó en Piau. Aunque dada la incertidumbre del tiempo se sustituyó el bus por el transporte en vehículos particulares. Y la salida naturalista dirigidas a familias y niñas/os de 8 a 12 años, se pospuso. Se prevé su realización en el mes de mayo. En la marcha contra el cáncer convocada por el Ayuntamiento de Boltaña y la AECC también participaron numerosos socios/as del club Nabaín.