Imagen del exterior del Ayuntamiento de Fical. Foto: SobrarbeDigital.

Los alcaldes de los municipios afectados, indistintamente del color político, muestran su oposición unánime y rotunda al plan de la rana pirenaica reunidos en Fiscal y con representantes de las comarcas pirenaicas MANIFIESTAN:

1.- Su satisfacción por la decisión del señor Consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón después de retirar el borrador de decreto por el que se establece un régimen de protección para la rana pirenaica y se aprueba su plan de conservación del hábitat, que tan negativo era para el territorio pirenaico afectado.

2.- El agradecimiento por la reacción contundente de instituciones, partidos políticos, empresas de turismo activo, colectivos e incluso organizaciones conservacionistas, cuya manifestación ha logrado la retirada de este decreto que restringía el desarrollo socioeconómico y la propia supervivencia de este medio rural.

3.- Solicitar al Gobierno de Aragón que, en el futuro, previamente a la redacción de normativas, decretos o legislaciones que afecten al territorio pirenaico en temas de conservación cuente con sus habitantes y representantes, agentes económicos, particulares o asociaciones, en definitiva, la opinión de los que viven en el territorio.

4.- Cualquier legislación que el Ejecutivo autónomo y las Cortes de Aragón pudieran generar en la conservación de flora y fauna o cualquier medida proteccionista sobre el territorio debe conllevar las suficientes garantías para las personas que aquí vivimos y que ejercen su actividad, donde se compatibilice conservación y desarrollo, sobre todo en aquellos municipios y comarcas con muy baja densidad demográfica.

5.- Constituir una mesa de representantes del territorio (institucionales, asociaciones, colectivos, ONGs…) con la administración autonómica para abrir un proceso de participación suficientemente amplio que tenga en cuenta a todos los implicados y donde se puedan incluso revisar algunas figuras de protección ambiental.

6.- Somos valedores de los recursos medioambientales que se pretenden defender, incluso como elemento de atracción para el desarrollo territorial, pero se debe tener en cuenta que son fruto de la convivencia histórica del hombre con el medio y que la mejor garantía para la conservación es mantener poblado el Pirineo.