Después de una jornada excepcional para los supervivientes de esta aventura, la cuarta etapa, han llegado a Aínsa.
Una edición con cambios, entre ellos, ha sido la entrada de los ciclistas por la escollera del Cinca hasta llegar a meta, que este año la han ubicado en el parquing de la Escuela Infantil.
La cuarta etapa de Transpyr Coast to Coast ha sido una auténtica compilación de paisaje, esfuerzo y un premio final con un largo y divertido descenso hasta Aínsa. Ha habido subidas largas y sinuosas, un Pirineo aragonés exuberante en todo el recorrido e incontables senderos que han hecho las delicias de los ciclistas que este miércoles han superado el ecuador de la carrera.
La de hoy ha sido una etapa de casi 100 kilómetros, con un paisaje excepcionalmente abierto y una larguísima bajada final de quince kilómetros desde la Peña Montañesa. Este último tramo ha puesto a prueba la destreza y la resistencia de los ciclistas con un descenso muy poco habitual por su combinación de tramos muy técnicos y exigentes con otras que permiten disfrutar al máximo de la velocidad y la diversión con la bicicleta.
Los ciclistas Pau Marzá y Julien Bely (Gobik-Bike & Race Team) han dominado los tramos cronometrados de 20 y 22 km.
La etapa de mañana, con final en Jaca, discurre por los mejores senderos de las comarcas aragonesas del Sobrarbe y Jacetania, con 97 km y 2.200 metros de desnivel.
En el apartado de ciclismo de carretera el pelotón afrontaba una etapa comprometida por los descensos con un asfalto en mal estado y caminos rurales de grava. Ha sido la etapa que se aleja más del ciclismo convencional y que representa la esencia de la fórmula Transpyr Backroads.
Este jueves los ciclistas de carretera tendrán una etapa de 126 kilómetros, pasando junto al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y con un atractivo ascenso a los puertos de Navasa.
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