Foto: Pablo Otín – DPH.

‘Piedras con alma’ es el título de un libro de Bakartxo Aniz que recoge las fotografías de 150 núcleos despoblados del Pirineo aragonés. Es el resultado de cinco años de trabajo, recorriendo las comarcas pirenaicas y recopilando el testimonio visual de las consecuencias de la emigración de los pueblos hace 40 años. En la presentación, han estado el presidente de la DPH, Miguel Gracia, la propia autora, el delegado territorial de La Rioja y Aragón de CaixaBank, Raúl Marqueta, y el exgerente de Prames y miembro de su actual consejo, Modesto Pascau. El director del IEA, Fernando Alvira, ha presentado el acto, este lunes.

“Piedras con alma es el reflejo de lo que han sido los pueblos del Pirineo aragonés, pueblos que ahora están engullidos por la naturaleza; un libro muy apropiado para estos tiempos, cuando el tema de la despoblación está sobre la mesa de debate y de actualidad”. Con estas palabras, Miguel Gracia ha comenzado la presentación de este libro, editado por Prames y cuya autora Bakartxo Aniz ha detallado y explicado esta tarde en el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses.

El presidente de la DPH, ha explicado que son muchas las personas, entidades y administraciones que hablan de la necesidad de frenar la despoblación. “Pido que además de hablar de este fenómeno, digamos cada uno qué vamos a hacer para hacer frente a la despoblación”, ha dicho Miguel Gracia. Para el máximo responsable de la institución provincial la administración local es la que más ha hecho en este sentido, junto a la comarcal y la provincial. “Ahora son necesarias medidas transversales, que se actúe, bien con inversión bien con legislación”, ha recalcado.

Miguel Gracia ha repasado los inicios de cómo los pueblos fueron quedando vacíos. “Nuestros padres trabajaron muy duro para que los hijos no nos quedáramos en el pueblo”, ha dicho, y ha añadido que políticas no acertadas condujeron a la despoblación. “Hoy por hoy, la sociedad tiene que hacer una reflexión, pues mantener desiertos demográficos va a ser muy caro”, ha añadido.

Bakartxo Aniz, ha agradecido el apoyo tanto de la editora, Prames, como de los colaboradores, Diputación de Huesca y Obra Social de La Caixa. “Sin ellos este libro no habría visto la luz”, ha matizado. Su trabajo comenzó en el año 2006 y durante casi 5 años fotografió más de 25.000 imágenes de pueblos abandonados. De este volumen de trabajo hizo una primera criba para quedarse con 5.000 fotografías y la edición que se ha presentado incluye unas 300 imágenes que muestran lo que fueron los pueblos de las cuatro comarcas fotografiadas: Ribagorza, Sobrarbe, Alto Gállego y Jacetania.

La autora, que además de fotógrafa es agente forestal, ha repasado las sensaciones y vivencias experimentadas en su viaje para fotografiar estos pueblos y ha añadido que, “pese a estar abandonados, cuando entraba en estos pueblos, sentía la vida que había habido”. “Por eso lo titulé de esta forma: Piedras con Alma”, ha dicho.

Raúl Marqueta, ha felicitado el trabajo de la autora y se ha referido a la colaboración público privada establecida con instituciones como la Diputación de Huesca, “una administración implicada de verdad en el desarrollo territorial y cuya acción presenta una gran solidez”.

También Modesto Pascau, ha valorado positivamente el trabajo de esta fotógrafa y ha puesto varios ejemplos de la evolución de los pueblos en las comarcas pirenaicas hasta el punto actual en que son urgentes acciones y medidas que hagan frente a este fenómeno. Pascau además ha explicado además la importancia de la acción del habitante en su entorno en las labores agrícolas y ganaderas que contribuyen también a moldear el paisaje.