Torrelisa (t.m. de El Pueyo de Araguás). Foto: SobrarbeDigital.

El Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás ha mostrado su pesar por el fallecimiento de “Paco Benito” Francisco Puyuelo Puértolas.

Texto íntegro del escrito:

En recuerdo de Francisco Puyuelo Puértolas “Paco Benito”

Casa Benito
Torrelisa
El Pueyo
Sobrarbe
Pirineos
La Matilde
Zaragoza

Hoy es un día triste. Nos ha dejado un entusiasta de nuestro municipio. Hoy debemos tener un recordatorio cariñoso para Francisco Puyuelo Puértolas, Paco Benito, que falleció ayer en Zaragoza.

Fue concejal del Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás, desde el 2003 al 2015, sin duda, contribuyó con su ánimo y sus ganas para seguir modernizando todos nuestros núcleos, y en especial su querida Torrelisa, tras dejar su otra pasión, La Matilde, que impulsaste y le diste vida con la familia y, claro, tu Zaragoza, tu Aragón.

Gracias Paco, por ayudar a dar vida a nuestros pueblos. Por creer en el Pirineo, en el Sobrarbe, en Aragón, por querer a sus gentes, por seguir los deseos de tus padres.

Hasta siempre Paco y gracias.

El alcalde, los concejales y los vecinos de El Pueyo de Araguás, Torrelisa y el Sobrarbe siempre te recordaremos. Hasta siempre. Que la tierra te sea leve.

El Pueyo de Araguás, a 15 de enero de 2021

 

HE ANDADO MUCHOS CAMINOS | Antonio Machado

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra…

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.