La Asociación para la Promoción Turística del Valle de La Fueva (Fovatur) impulsó una jornada informativa sobre autoconsumo y comunidades energéticas que tuvo lugar en Tierrantona.
A través de dos charlas, impartidas por Oriol Font, presidente de la Cooperativa A Selva Enerchías Renovables, y Ana Rabal, concejal del Ayuntamiento de Secastilla, los vecinos de Palo y La Fueva pudieron conocer de primera mano las posibilidades que ofrece apostar por el autoconsumo, tanto a nivel individual, para implementar pequeñas instalaciones en sus hogares y negocios, como trabajando de forma conjunta a través de las denominadas Comunidades Energéticas, con el apoyo de la Administración Local, como es en el caso del municipio ribagorzano vecino.
“Sobre este segundo punto, acogido con bastante interés por parte del público asistente, se centró la mayor parte de la charla-debate. Las Comunidades Energéticas rurales suponen un ahorro en costes a sus vecinos, tanto en la factura de la luz como en la propia instalación, al trabajar de forma conjunta; los riesgos son menores, al ir de la mano de una empresa asesora que te guía a través de los pasos, especialmente los burocráticos, necesarios para dar forma a esta nueva figura, especialmente cuando el propio Ayuntamiento es un socio más; da pie a que personas más vulnerables puedan beneficiarse de este movimiento social y, por supuesto, se genera energía allí donde se va a consumir, en la escala necesaria al territorio donde se encuentra”, según explica en una nota Carlos Espluga.
La jornada finalizó con un pequeño aperitivo ofrecido por la Plataforma La Fueva No Se Vende, en el que se pudieron compartir diferentes impresiones sobre los macroproyectos en tramitación y como una Comunidad Energética, en el valle de La Fueva sería la apuesta real y necesaria por la que tanto la Administración Local, como los diferentes organismos, deberían apostar en zonas como esta frente ese otro tipo de actuaciones que de tramitarse, no solo no fijarán población, si no que harán de este territorio un lugar menos atractivo para vivir, incide Carlos Espluga.