Excavación del sondeo en ArtigaViturián. Foto: Grupo de Arqueología de Alta Montaña.

Los hallazgos de yacimientos del Neolítico en Sobrarbe “están revolucionando la imagen que se tenía del proceso de introducción de la ganadería y la agricultura en el Pirineo, que ahora sabemos que se llevó a cabo hace más de 7.000 años”, afirma Ermengol Gassiot, profesor contratado, doctor del Departamento de Prehistoria de la UAB y miembro del Grupo de Arqueología de Alta Montaña (GAAM).

Los recientes trabajos efectuados en el bien Pirineos-Monte Perdido, han posibilitado la documentación de un nuevo yacimiento arqueológico, próximo a la Cueva de Coro Trasito (Tella), conocido con el nombre Cueva de la Artiga Viturián, a 1.470 m de altitud. Todos los indicios cronológicos la sitúan en el Neolítico. De confirmarse esta hipótesis, se evidenciaría que Coro Trasito no sería un caso aislado y “que el poblamiento neolítico del valle y de la comarca fue relativamente intenso”.

En la Artiga Viturián, de 260 m de longitud, se han hallado cerámica prehistórica y trazos de color negro hechos con carbón, “un fenómeno, también observado en la Cueva Lobrica, en Añisclo, otro abrigo con ocupaciones prehistóricas en la zona”. Asimismo, en una de las dos bocas de esta cueva se han encontrado niveles de ‘fumier’ (excrementos de ganado, antiguo similares a los de Coro Trasito).

Para confirmar el interés arqueológico de esta cueva, el pasado fin de semana arqueólogos han efectuado un pequeño sondeo en esta zona de la cueva. La excavación ha confirmado la existencia de diversas fases de ocupación del yacimiento. Los materiales recuperados permiten aventurar una cronología prehistórica, concretamente del Neolítico. En breve se enviarán diversas muestras para datar mediante C14 y confirmar este aspecto.

La presencia y documentación de antiguas terrazas de cultivo en las inmediaciones de Coro Trasito son objeto de estudio y confirman que “en Coro Trasito pudo haber agricultura en época neolítica, una hipótesis defendida por nosotros y cada vez más aceptada”.

Figura antropomorfa, de arte esquemático, en la Cueva Biasba. Foto: Grupo de Arqueología de Alta Montaña.

Al mismo tiempo, evidenciaría que Coro Trasito no era un lugar especializado únicamente en la ganadería, con ocupaciones breves y estacionales, sino un asentamiento en el que se desarrollaba una gran variedad de actividades, tales como: consumo y almacenamiento de alimentos, producción de alfarería, reparación de herramientas de piedra, trabajo sobre vegetales, pieles, etcétera.

Mientras permanecen a la espera de las dataciones, el equipo de arqueólogos del GAAM -Ignacio Clemente, Científico titular del CSIC, Ermengol Gassiot, Profesor contratado doctor del Departamento de Prehistoria de la UAB, Javier Rey, Facultativo Superior Arqueólogo del Gobierno de Aragón, Thomas Huet, investigador independiente y Niccolò Mazzuco, investigador postdoctoral del IMF (CSIC)-, consideran que “la simple presencia de estas terrazas podía indicar la viabilidad del cultivo en este territorio y pone de manifiesto los cambios del paisaje en esta zona de la montaña pirenaica”.

Nuevos ejemplos de arte rupestre esquemático

Se han documentado diversos ejemplos de arte rupestre, cobrando especial protagonismo el localizado en la Cueva Biasba, de estilo esquemático, similar a los ya hallados en el valle de Góriz y en San Úrbez, en el Cañón de Añisclo. Todas ellas se ubican en la zona más septentrional de la Península Ibérica. Estas pinturas prehistóricas, sumadas a las ya aparecidas demuestran que “este fenómeno estuvo mucho más extendido de lo que se creía en este sector del Pirineo, donde posiblemente aparezcan más en el futuro”.

Las condiciones de conservación del patrimonio de los pobladores prehistóricos en la zona del bien Pirineos-Monte Perdido son excepcionales, tanto en el ámbito español como en el europeo. El grupo de arqueólogos que trabaja en la sexta fase del estudio “Arqueología del pastoralismo en el bien Pirineos-Monte Perdido VI”, dentro del proyecto “Estudio y difusión del Pastoralismo en el bien Pirineos Monte Perdido”, financiado al 75% por el Ministerio de Cultura y al 25% por la comarca de Sobrarbe, considera que, “sin la presencia humana durante milenios, el paisaje de este territorio no tendría la apariencia actual”.

La actuación del pasado fin de semana ha sido la última del ejercicio 2019-2020 y tendrá continuidad el próximo año.

*Nota:
C14: Carbono 14, sistema de datación utilizado en Arqueología