La presidencia del Comité de Huesca en SARGA llama la atención sobre la realización de las pruebas físicas para el Operativo de Incendios de Aragón a más de 600 personas concentradas en unos pocos días la próxima semana.
Los trabajadores que están siendo convocados con escasos tres días de antelación han expresado sus quejas y su indignación, más aún cuando muchos de ellos no están pudiendo trabajar en las pistas de esquí.
Teresa Lapuente, presidenta del Comité de Huesca en SARGA, explica que las tandas serán de aproximadamente 15 trabajadores y éstos tendrán que firmar su compromiso de cumplir ciertas normas de seguridad. La más llamativa, que durante la prueba será responsabilidad del propio trabajador elegir el hacerla con mascarilla o no.
Lógicamente en una prueba de resistencia de estas características la dureza de la misma aumenta considerablemente si se realiza con mascarilla, con lo que es más que probable que ningún trabajador se arriesgue a realizarla con ella, ya que de no pasar la prueba este año se quedaría sin trabajo, manifiesta Lapuente
En un momento en el que las zonas rurales dependientes del turismo de invierno se están manifestando por la falta de ayudas a los trabajadores que dependen durante el invierno del mismo, llaman la atención los distintos raseros que el Gobierno de Aragón está llevando a cabo para tomar decisiones, teniendo en ocasiones una flexibilidad y condescendencia pasmosa con unos, como con la empresa pública SARGA, a la vez que es tajante y rotundo con otros, como con unos trabajos de invierno que mucha gente de los Pirineos necesita para vivir, a causa de unas ayudas de mínimos que ni siquiera están llegando a quienes más lo necesitan.
La existencia de trabajadores del Operativo que al ser despedidos por SARGA trabajan en las estaciones de esquí y este año no están pudiendo hacerlo, ha levantado gran indignación entre los trabajadores, que no comprenden como una empresa perteneciente al Gobierno de Aragón puede convocar unas pruebas de este tipo con solo tres días de antelación y en las que sabe que va a juntar a cientos de personas en un lugar concreto; personas cuyos círculos relacionales al ser despedidos de SARGA cambian al tener que buscar otros trabajos y lugares.
Y todo esto con una simple firma que responsabiliza a los propios trabajadores de la seguridad frente al covid-19. Tal vez esta sea la solución que pueden plantear las pistas de esquí y el sector de la restauración al Gobierno de Aragón, que los usuarios firmen un papelito haciéndose responsables.
Para Teresa Lapuente es comprensible y loable que la vida de las personas esté por encima de lo económico, entendemos que debe de ser así, pero no es tan loable que la vida de las personas esté por encima solo a veces.