Embalse de Mediano. Foto: SobrarbeDigital.

José Ramón Ceresuela, representante de CHA en el Consejo del Agua ha afirmado que “votamos no en el Consejo del Agua y vamos a realizar aportaciones basadas en la nueva cultura del agua, con políticas sostenibles, de rechazo a cualquier intento de trasvase del Ebro a otras cuencas, frente a los grandes pantanos, con una prioridad en la inversión para las restituciones territoriales pendientes y con la creación de empresa pública energía con saltos hidroeléctricos”.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) reunió el pasado viernes, 8 de abril de 2022, al Consejo del Agua de la Demarcación del Ebro. José Ramón Ceresuela, representante de CHA en el citado órgano, votó contra este proyecto y anuncia la presentación de varias aportaciones al mismo.

José Ramón Ceresuela. Foto: SobrarbeDigital.

CHA considera que es necesario profundizar en la “nueva cultura del agua” porque “estamos hablando del elemento rector de la cuenca del Ebro” para los próximos años. En este sentido, proponen:

– Rechazar cualquier intento de trasvase del Ebro a otras cuencas, dado que debe ser la unidad de gestión del agua, frente a los intentos de varios partidos de reactivarlo.

– Abandonar definitivamente la política de construcción de grandes pantanos, que tienen una fuerte contestación social y, en algunos casos, hasta contundentes sentencias judiciales en contra.

-Priorizar en las inversiones los planes de restituciones pendientes, como en el caso de MonteAragón, Lechago, Almudévar. Impulsar el urgente plan para la recuperación de Jánovas, así como elaborar programas específicos para lugares como Biscarrués y Santaliestra, afectados durante décadas por la amenaza de pantanos que ya no se llevarán a cabo, pero que necesitan un impulso desde lo público para un desarrollo sostenible de la zona. Igualmente, es necesario un plan de modernización de las carreteras y caminos, competencia de la CHE, para prestar servicio adecuado en el territorio.

– Incluir en el nuevo Plan de la Cuenca del Ebro la necesidad de crear una empresa pública de energía, con la participación de las administraciones aragonesas implicadas, con la recuperación de los saltos hidroeléctricos ubicados en Aragón, especialmente en el Pirineo, pero también en otros lugares de la cuenca del Ebro, dado que estamos en un periodo donde van caducando las concesiones a empresas privadas. Propuesta que favorecería la posibilidad de influir realmente en el alto precio de la energía eléctrica y también beneficiar a todos aquellos ayuntamientos aragoneses que han soportado la servidumbre de estas instalaciones durante décadas, sin recibir las compensaciones económicas adecuadas.

En definitiva, aportaciones de CHA adaptadas a la nueva realidad que afrontamos, donde el papel de lo público en la gestión del agua debe contribuir a actuar frente al cambio climático, con políticas sostenibles, donde la prioridad sea el territorio y la modernización de la política hidrológica.