Imagen del homenajeado.
El director de cine y realizador de televisión, el valenciano Lorenzo Soler o Llorenç Soler (1936) será homenajeado en Espiello, XIV Festival Internacional de Documental Etnográfico de Sobrarbe, dentro de la Sección Mayestros (maestros), que se desarrollará el 9 de abril a las 18 horas en el Palacio de Congresos de Boltaña (Huesca).
Con anterioridad, en 2010, Lorenzo Soler acudió al festival Espiello, donde participó en la Sección Concurso con La mirada de Anna, codirigida por él y Jorge Algora. “Me hace mucha ilusión regresar a este festival”, afirma el documentalista.
En la actualidad vive entre Barcelona y Calatañazor (Soria). En 1966, Lorenzo Soler se especializó en trabajos de carácter cultural, histórico, político y social, especialmente en Documentales, de los que ha llegado a rodar casi un centenar. En su carrera ha recibido numerosos premios internacionales.
Documentalista de culto, Lorenzo Soler ha sido realizador de programas culturales de TV3 entre 1988-1990 y ha ejercido la docencia en las universidades de Barcelona, Valencia, Santiago y Oporto. Es autor de varios libros. En su obra cinematográfica aúna sus grandes pasiones por la pintura, arquitectura, fotografía, música y escritura… “Soy un poco de todo en mi trabajo”.
52 Domingos, Será tu tierra, El largo viaje hacia la ira, Noticiario RNA, Film sin nombre, Carnet de Identidad, Sobrevivir en Mauthausen, Gitanos sin romancero, La enfermedad alcohólica, Cerdá, una obra malograda, L’altra normalitat, Más allá de las rejas, Torera, Antisalmo, Condenados a beber, Autopista, Votad,votad malditos… son algunas obras de su filmografía, todas ellas depositadas en la Filmoteca de la Generalitat de Cataluña.
Entre sus últimos trabajos audiovisuales cabe citar el largometraje documental El viaje inverso (2006), título que se proyectará en la Sección Mayestros de Espiello. En esta edición, el lema transversal de todas las secciones fuera de concurso versa sobre el “Cambio cultural”, En la cinta de Lorenzo Soler, rodada en Soria durante el verano de 2005, el director ofrece elementos de reflexión sobre el proceso endémico de la emigración que caracteriza a esta provincia y narra el viaje inverso, de la ciudad al pueblo, el mundo de los “neorrurales”, que han recorrido un camino inverso al de los que abandonaron sus aldeas. La película invita a una reflexión sobre el futuro de un medio rural que parece ubicado en el umbral de una nueva era donde cambiarán, además de los sistemas de explotación de estas tierras, hábitos, modos de vida y puntos de vista a partir de esta fusión de gente de distinto origen.
Al hablar de su trabajo reconoce que “mi obra carece de sentido unívoco. Lamento no poder definirla con sola frase y de un tirón. Cuando ruedo documentales mi compromiso se ancla en la realidad. Cuando participo en programas de ficción reconozco exigencias estéticas. Cuando trabajo en vídeo me enamora la instantaneidad y en el cine me veo obligado a trabajar con la precisión del arquitecto. Todo preciso, exacto, matemático”. Es un entusiasta defensor de la cámara a mano, de los formatos pequeños, domésticos. “En muchas de mis producciones no he conocido ni el trípode, ni luces, voluntariamente. Paso del éxtasis de la ficción a la catarsis de la realidad”.