Tras el cierre de la temporada, la campaña escolar de esquí de la Diputación Provincial de Huesca (DPH) se despide también hasta el año que viene con un balance récord de más de 3.200 jóvenes que se han iniciado en el deporte estrella del invierno en la provincia a lo largo de las diez semanas de temporada baja en las estaciones.

En esta edición, la responsable de Cultura de la DPH, Berta Fernández, hace referencia a la “ampliación de la campaña en todas las vertientes” hasta conseguir “acercarla a los chavales de todo el territorio y que todos los valles con estaciones tengan la misma oportunidad entre los futuros esquiadores”.

Escolares de entre 10 y 18 años de una treintena de centros educativos que tienen más lejos la práctica del esquí han tenido la oportunidad de pasar cinco días y otras tantas noches en una de las comarcas pirenaicas y, a diferencia de años anteriores cuando la campaña se centraba únicamente en la estación de Panticosa, por segunda vez consecutiva los cursos de esquí para los más de 1.400 participantes se han desarrollado de forma simultánea también en las pistas de Aramón Cerler, Formigal, y en Candanchú y Astún.

A estos se han unido esta temporada otros 1.800 estudiantes del Pirineo, fundamentalmente de Alto Gállego y Jacetania, quienes han podido disfrutar como novedad de estas actividades, volviendo a dormir a sus casas con el acuerdo entre la DPH y comarcas de montaña.

Esta ampliación ha sido posible por el incremento en un 27% del presupuesto de la DPH para este programa, que ha alcanzado la cifra de 190.000 euros permitiendo a la vez a los centros rebajar en 100 euros el precio que debe abonar cada niño.

Son los datos de cierre de la campaña provincial de esquí que, según Berta Fernández, se integra en el currículo educativo y “les permite tener un primer contacto con este deporte, pero también desarrollar otros aspectos sociales y personales y algo que nos parece muy importante como es conocer más de cerca el entorno natural”.

Estos jóvenes dicen adiós a la familia durante unos días, como fue el caso de los 90 escolares de 5º y 6º de Primaria de los colegios San José Calasanz-Escolapios y Pedro I de Barbastro, y del CRA Estadilla-Fonz, el último grupo de esta edición que disfrutaron de la nieve y del entorno del valle de Benasque.

En sus instalaciones y con su equipo de monitores, el albergue Velarta, al igual que el Quinta Vista Alegre, de El Pueyo de Jaca, y el de Canfranc, es el encargado de velar por una semana llena de actividades en las que el deporte se combina con actividades lúdicas y educativas. Los padres y maestros que los han acompañado en estos días hablan no solo de una semana dedicada al esquí, sino de una convivencia en la que hacer un paréntesis de la vida en las aulas para aprender de una manera diferente.

Como comentaba Clara Baldovín, maestra del CEIP Pedro I de Barbastro, “para muchos niños esta experiencia no solo supone ponerse por primera vez los esquís, para muchos es la primera vez que pasan tanto tiempo fuera de casa y algunos incluso se han traído el peluche”. Su colega de Escolapios, José Antonio Cavero, añade “que es un aprendizaje muy distinto al habitual.

Es una semana en la que crecen en todos los sentidos y los llegas a conocer mucho más que en el día a día de clase”, apunta.
Clara Baldovín y José Antonio Cavero, respectivamente.

Para muchos niños de la provincia la campaña de la DPH supone la primera toma de contacto con este deporte. De esta experiencia saldrán futuros esquiadores que llenarán las pistas en los próximos años, aunque durante los primeros días se pasen algunos nervios. Es lo que comenta el encargado del albergue Velarta, en la localidad ribagorzana de Villanova, Javier Moscoso, quien incide en “mantener las ratios bajas, con 7 ó 10 niños por grupo, para que puedan aprender mejor y de forma más segura, que es lo importante”. Moscoso habla de la evolución que se da en los niños: “Llegan con mucho miedo, pero niños y niñas que no se habían puesto nunca unos esquís al final de la semana están deslizándose por las pistas azules con soltura”.
Juan Hernández, monitor.

Por si la actividad física fuera poco, la intensa programación está pensada para que puedan aprovechar esta semana al máximo. Desde Velarta, uno de los centros coordinadores de la campaña, organizan un conjunto de actividades que ha permitido a los escolares divertirse pero también aprender un poco más sobre el territorio que están visitando. Entre las actividades que más han gustado, el scalextri del club de Slot y la gymkana de Castejón de Sos, el rocódromo de Villanova y el recorrido por el centro de interpretación de Eriste. Además, antes de caer rendidos, los últimos resquicios de energía se han invertido en el karaoke y en el visionado de vídeos de las actividades en pistas.

Desde los valles pirenaicos y las estaciones también se ve como un incentivo económico. El responsable de marketing de la estación de Aramón-Cerler, Jaime Río, califica la campaña como “una fábrica de esquiadores”, además de explicar que al tener lugar en temporada baja y entre semana, “supone un impulso para la estación de esquí, para las escuelas y también para los establecimientos hoteleros”.

Muchos de los niños que han aprendido a deslizarse este invierno ya han vuelto a las pistas acompañados de sus familias y ya piensan en repetir en la próxima edición de la campaña. Lucía, estudiante de 5º de primaria del Pedro I de Barbastro, anima a todo el mundo a apuntarse porque “es una experiencia muy divertida, y lo único importante es no tener miedo”.

Fotos: DPH. Pablo Otín