Un parapentista británico moría (el jueves por la tarde) tras un accidente en la cara sur del Pico Gallinero, en Castejón de Sos. Sobre las 13:30 horas, se recibía un aviso de 112 SOS Aragón, en la central 062 de la Guardia Civil de Huesca, informando que el accidentado se encontraba consciente, pero con respiración anormal.
Inmediatamente se dirigieron al lugar helicóptero de la Guardia Civil de Huesca, GREIM de Benasque y sanitario del 061, una vez en la zona observan como dos personas están realizando maniobras RCP al accidentado y equipo de montaña les releva mientras el sanitario realiza valoración y suministra medicación, pero debido a la gravedad de las heridas que presentaba, el parapentista murió.
Tras avisar a la Autoridad judicial se procedió por los especialistas de montaña al levantamiento del cadáver y su traslado en helicóptero de la Guardia Civil hasta la Helisuperficie de Benasque y de allí al depósito del Hospital Provincial de Huesca por servicios funerarios. El fallecido es un británico de 50 años, las causas del accidente se encuentran en investigación.
El miércoles, 21 de septiembre, sobre las 15:55 horas se recibió un aviso informando que un senderista que realizaba una ruta en el Collado de Añisclo (t.m de Bielsa), que sufría un posible cólico nefrítico. Se dirige al lugar Unidad Aérea de Logroño al encontrarse el helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca en revisión de mantenimiento, GREIM Boltaña y el médico del 061, tras ser localizado es evacuado por helicóptero y médico a la Helisuperficie de Boltaña y se transfiere a una ambulancia SVB para su traslado al Hospital de Barbastro. Se trata de un madrileño de 50 años.
El segundo aviso se recibió sobre las 17 horas en la que informaban que un escalador informaba que otros dos escaladores habían sufrido un accidente como consecuencia del desprendimiento de rocas en la parte superior de una de las paredes del pico Tozal de Mallo Ordesa en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (t.m Torla).
Inmediatamente se enlaza la llamada con el GREIM Boltaña y les comunica que los accidentados se encuentran colgados de sus cuerdas al vacío a una altura aproximada de 340 metros del suelo inconscientes. Se avisa a la Unidad Aérea de Logroño, GREIM Boltaña y el médico del 061 que se dirigían al rescate anterior y sin más dilación se dirigen al lugar, se activa un segundo equipo de rescate del GREIM Boltaña y el helicóptero deposita a los especialistas en la cima del Tozal. Tras localizar al llamante y a los accidentados en una pequeña repisa en una zona inferior, descienden mediante rápel hasta ellos extremando al máximo las medidas de seguridad para no provocar una nueva caída de piedras. Tras la llegada del segundo equipo de montaña y el médico, dada la complejidad del terreno y la dificultad de este, se prevé que el rescate se alargue durante la noche por lo que el helicóptero regresa a su base en Logroño.
Entre ambos equipos y con ayuda del médico, se decide utilizar la cuerda del rápel como cuerda tractora para iniciar la elevación de uno de los heridos que tras una primera asistencia se considera herido muy grave y posteriormente se inicia la elevación del segundo, resultando el ascenso hasta la cima del pico muy laborioso. Una vez en la misma y siendo ya de noche los escaladores son estabilizados, pero ante la gravedad de uno de ellos y la imposibilidad de vuelo del helicóptero de la Guardia Civil por falta de luz solar, se solicita colaboración de la Gendarmería Nacional Francesa que dispone de helicóptero para realizar vuelo nocturno, ante el riesgo de que el accidentado más grave perdiera la vida si no recibía asistencia médica. Entorno a la media noche el helicóptero francés evacuó a los heridos al Hospital de Pau (Francia) quedando los componentes del GREIM y el médico en la cima del Tozal para su recogida al día siguiente. Se trata de dos varones oscenses de 56 y 58 respectivamente.