La Morisma de Aínsa ha quedado suspendida por la crisis sanitaria. Así lo decidieron en la asamblea extraordinaria celebrada ayer martes frente a la Sala Caballerizas del Castillo medieval. La representación debía celebrarse el próximo 29 de agosto.
La crisis ocasionada por el coronavirus ha obligado a la junta directiva a tomar esta decisión “que no ha sido fácil, pero ante todo ha primado la responsabilidad”, comentaba la presidenta de la Asociación Cultural La Morisma, Isabel Bergua.
Además, este año 2020, La Morisma cumple su 50 aniversario de la recuperación de esta emblemática representación teatral tan arraiga en el Sobrarbe.
Historia de La Morisma
La Morisma es un drama histórico de tiempo antiquísimo transmitido de generación en generación, que nos dice cómo sucedió la conquista de Aínsa por los cristianos en el siglo VIII. Según la tradición, la aparición de una Cruz en lo alto de una encina fue lo que alentó a las tropas cristianas y les hizo obtener un triunfo total sobre las tropas árabes.
Esta obra, de gran vistosidad, se celebraba desde siempre cada dos años coincidiendo con los años impares; el hecho obedecía simplemente a que cuando se recuperó la pieza a principios de los años 70 se decidió hacer la representación con una periodicidad bianual.
Sin embargo, fue en el año 2003 cuando la fuerte lluvia caída unas horas antes del inicio de la puesta en escena, obligó a suspender la representación, y se acordó celebrarla al año siguientes rompiendo así la tradición de los años impares.
Gracias a la iniciativa de Luis Mur, profesor que fue del Instituto de Huesca, y la ayuda del maestro Francisco Peñuelas, se pudo recopilar el texto íntegro de la obra en el año 1930; texto que hoy podemos disfrutar, si bien su lenguaje ha sido bastante modernizado, pues antiguamente su verso irregular se leía en fabla, aspecto que actualmente se ha perdido.
Los actores y sus personajes
En La Morisma, los vecinos de la comarca de Sobrarbe son los encargados de dar vida a personajes como Garci Ximenez, los reyes moros, los reyes cristianos, el diablo, el pecado, el ángel, el pastor o el rapatán, así como los soldados de ambos bandos, todos ellos personajes que intervinieron en tan legendario hecho.
En la representación los personajes históricos comparten protagonismo con los imaginarios desde el pecado hasta la muerte.
Testimonio de la enorme trascendencia de este hecho legendario es que hoy en día la carrasca y la cruz roja se mantienen en el escudo de la comarca del Sobrarbe y en el de la propia Comunidad Autónoma de Aragón.