La recreación histórica ha vuelto con todo su esplendor a la plaza Mayor de Aínsa este sábado tras cuatro años de parón. Cerca de mil personas acudieron a la representación de La Morisma.
El relato al que dan forma vecinos y vecinas de Aínsa, y también del Sobrarbe, cada dos años en la plaza Mayor entronca con una parte fundamental de la historia de Aragón.
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Se rememora la conquista de una de las plazas más importantes del Pirineo, la de Aínsa, por el primer rey de Sobrarbe Garci Ximénez, que se hace con la villa tras la llegada de los moros en el siglo VIII. La leyenda dice que el triunfo se consiguió debido a la energía transmitida por la aparición de una cruz sobre una carrasca.
Leyenda mezclada con la historia de la reconquista del país por parte cristiana, siendo el reino de Sobrarbe uno de los principales baluartes para la formación del Reino de Aragón.
Un drama histórico del que se tiene constancia desde el año 1676.
Así se refleja en el escudo, donde uno de los cuarteles es la cruz sobre la carrasca.
