Rodrigo Cuevas entre el público. Fuente: DPH.

Entró al recinto de la Cartuja de las Fuentes como una auténtica diva, montado en el techo de una furgoneta y cantando “Bypa”, su tema de apertura. Se bajó de su pedestal de un salto, abrió su abanico y se pavoneó durante un buen rato ante el público, al que provocó desde el primer instante. Lo llaman el Freddie Mercury asturiano, pero ayer el showman Rodrigo Cuevas se pareció más a Bárbara Streisand, a una estrella rutilante llena de lentejuelas, diva de la canción, de la palabra y del escenario.

Rodrigo Cuevas entre el público. Fuente: DPH.

Provocador, irreverente, políticamente incorrecto y divertidísimo. Rodrigo Cuevas entusiasmó a un millar de personas que no llenaron el aforo y quizá fue mejor así. Porque el asturiano tuvo, de ese modo, sitio para desplegar toda su sensualidad y bajar del escenario cuándo y cómo quiso. El público estaba entusiasmado. “No sé si me gusta más cuando canta o cuando habla”, decía alguna chica, sorprendida por el verbo fácil del asturiano global.

Rodrigo Cuevas sobre el escenario de la Cartuja. Fuente: DPH.

Tuvo para todo: macrogranjas, especulación energética, unión de estaciones, contra la que se explayó con criterio, regadíos (regadíos en Monegros… allí se vino arriba). Tan sencillo y contundente decía las cosas que alguien entre el público se arrancó: “Presidente, presidente…” y la respuesta de los otros mil le hizo concebir esperanzas de un escaño por Huesca. Porque Rodrigo parecía de casa. Interpretó por sorpresa “S’a feito de nuei” a poco de comenzar. “Se enfadan mucho mis músicos. Les he dicho que la íbamos a tocar hace diez minutos. No la conocían, jajaja”.

Rodrigo Cuevas. Fuente: DPH.

El cuarteto que lo acompañaba fue lo primero que presentó. Tino Cuesta, Mapi Quintana, Rubén Bada y Juanjo Díaz cerraban el escenario por detrás subidos en cuatro plataformas equipadas con teclados, panderos y guitarras. Cuatro incondicionales que se lo pasaron en grande a la vista de cómo abandonaron al final el escenario, en una especie de conga improvisada con defectos de sonido. El público se moría de la risa y ellos también, igual que cuando Rodrigo pedía “Tino, dame el tono”. Y el otro le soltaba una sirena de barco. Es difícil ser kitsch y contundente a la vez, pero el asturiano lo consigue.

Rodrigo Cuevas y sus músicos. Fuente: DPH.

Rodrigo Cuevas repasó en la primera parte de su recital los temas de su nuevo disco Manual de Romería, que sale a la venta en apenas quince días. “Más animal”, “Arboleda”, “Casares”, “Dime ramo verde”, “Cómo ye?!” o “Matinada” se entremezclaron, además de con sus provocadores discursos y comentarios, con temas ya conocidos que el público se atrevía a tararear, como “Xiringüelu” (Inés, Inés…), “Rambalín” o la “Muñeira” final.

Dos veces volvió al escenario en bises programados y cuando ya saludaban todos con la respetuosa inclinación que marca el final de un espectáculo, por los altavoces empezó a sonar “Woman del Callao” y aquello fue el delirio. Al pie del escenario y sobre él. Se fueron los cinco en formato conga y aún entraban bailando a la Cartuja, a sus camerinos, cuando ya no los veía el público. Hasta los frescos de Bayeu disfrutaron ayer a Rodrigo Cuevas, una estrella rutilante “que pisa con garbo” y que tiene mucho qué decir.

Los Secretos llenan hoy la Cartuja

La cuarta edición del Festival Sonidos en la Naturaleza, Sonna Huesca, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, vivirá hoy a partir de las 19:30 horas, en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, el concierto más multitudinario de su programa de 2023. El recinto amurallado del monasterio cartujo, registrará un “casi lleno” para Los Secretos.

Los Secretos. Sexteto. Foto: DPH.

El grupo surgido en el Madrid de La Movida en 1980 de la mano de los hermanos Urquijo sigue teniendo una gran capacidad de convocatoria cuatro décadas después. Marcados por la tragedia de sus dos baterías, Canito y Pedro A. Diaz, se reunificaron en 1986 con solo dos Urquijo en sus filas: Enrique, que fallecería en 1999 y Álvaro, acompañados de Ramón Arroyo, Steve Jordan y Nacho Lles. De aquella formación sobreviven hoy Álvaro Urquijo y Ramón Arroyo, y a ellos se han sumado la guitarra de Txetxu Altube, el bajo de Juanjo Ramos, el piano de Jesús Redondo y la batería de Santi Fernández.

Pocos grupos pueden presumir de tener en su repertorio tantos hitos de la música española como Los Secretos: “Déjame”, “Ojos de perdida”, “Sobre un vidrio mojado”, “Pero a tu lado”, “La calle del olvido”, “Ojos de gata” (con el permiso de Joaquín Sabina), “Agárrate a mí María” o “Por el boulevar de los sueño rotos”, pueden presumir de formar parte de la memoria musical colectiva de una generación y sus letras se tararean allá donde suenan.

Tomatito y Carmen París participarán en “Un país para escucharlo” con Ariel Rot y Kiko Veneno

El concierto que cerrará mañana sábado la cuarta edición del SoNna Huesca, es una cita muy especial y una gran oportunidad para disfrutar de un espectáculo irrepetible, al alcance de muy pocos. Bajo el título que diera nombre al programa de televisión, “Un país para escucharlo”, Ariel Rot y Kiko Veneno han llevado el formato televisivo al escenario y cuentan para cada concierto con invitados, ya sean artistas amigos o grupos emergentes locales. En esta ocasión, entre los invitados en la Cartuja, según ha trascendido, estarán el guitarrista flamenco Tomatito y la cantante aragonesa Carmen París.

En la cita sonarán versiones de los grandes clásicos de los dos protagonistas “Me estas atrapando otra vez”, “Echo de menos” “Dulce condena”, “En un mercedes blanco”, “Salta”, “Volando voy”… pero también habrá espacio para el lucimiento de los invitados sorpresa. Como dice la promo de su gira, “con Ariel Rot y Kiko Veneno en directo, Un país para escucharlo, además de escucharlo, habrá que verlo, vivirlo… ¡y contarlo!”. Las entradas están disponibles en https://www.dphuesca.es/sonna-invitaciones

Será el último de los tres conciertos del SoNna Huesca 2023 en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, un tesoro patrimonial del Alto Aragón, declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico-Artístico, y continente de uno de los conjuntos pictóricos barrocos más importantes de los que existen en Aragón, obra de Manuel Bayeu, cuñado y coetáneo de Francisco de Goya y Lucientes.